En nuestro centro de desintoxicación en Tarragona, Javier De María, te recomendamos leer este articulo, antes de decidir acudir a un centro de adicciones para que sepas que exactamente que beneficios debes obtener cuando quieres pasar a una mejor vida.
Es muy normal que la incertidumbre te envuelva cuando tienes la intención de ayudar a un adicto o tú mismo quieres vencer la guerra contra las drogas o cualquier otro comportamiento compulsivo. Sin embargo, un centro de desintoxicación es un sitio en el que se lleva a cabo la desintoxicación del enfermo, ya sea de manera interna o ambulatoria. Depende mucho del estado de cada paciente.
Desde luego, hay infinidad de centros de adicciones, cada uno con un método en específico. Sin embargo, a mí me gusta tratar al paciente de una manera muy personalizada, es imposible querer que sane de manera generalizada, hay que conocer a fondo de dónde viene esa necesidad por consumir drogas o huir de la realidad a través de otro tipo de comportamiento compulsivo.
Entiendo que no es fácil confiar en las personas del centro de adicciones, al menos, no en un período de tiempo corto. Es por ello que si tú o tu ser querido quieren sanar una adicción, es importante que se entienda que es un proceso largo. Sin embargo, el personal está capacitado para lidiar con las peores recaídas. El objetivo es que el paciente se sienta cómodo con el tratamiento.
Cómo saber si es un buen centro de adicciones
Antes de poner la vida de tu ser querido en manos de alguien que dirige un centro de adicciones, es indispensable que aclares todas tus dudas. Da igual, que tan obvio parezca algo, no te quedes con ganas de preguntar nada. Empieza por indagar en su plan de tratamiento, que te explique si se trata de algo personalizado o general. Sin duda, el abanico de posibilidades en cuanto a terapia es enorme, la variedad inspira a que el enfermo decida con cuál tiene más afinidad.
Por otro lado, si consideras que el estado de tu ser querido es grave y que se necesita una intervención inmediata, es posible que se lleve a cabo un tratamiento hospitalizado. Averigua qué tan seguro es, el estado de la vivienda y con quién más compartiría el espacio. Estás en todo tu derecho de exigir un buen trato y si no te convence sigue buscando más opciones.
De hecho, existen centros de adicciones que no manejan un entorno hospitalario, esto quiere decir que hacen que el paciente se sienta más relajado, porque ofrecen un espacio acogedor, es como estar en casa. Por otra parte, hay que tomar en cuenta quiénes son los cuidadores, su nivel de experiencia y qué tanto puedes comunicarte con ellos para saber sobre tu ser querido. Ten en cuenta que superar una adicción requiere una red de apoyo sólida, no sólo se trata de dejar al paciente en la puerta del centro de adicciones, necesita que familiares y amigos lo acompañen durante el proceso.
Mente, cuerpo y espíritu
En definitiva, uno de los errores más grandes que se cometen en el tratamiento contra las adicciones, es pensar que se trata de algo puramente médico. Es decir, sí hay una conexión particular con el cerebro, pero no se puede dejar de lado la parte emocional. De ahí que existe el Método Minnesota, el cual por medio de doce pasos busca que el paciente recapacite sobre su situación y haga cambios.
Esto es crucial, porque si no se sana desde la raíz, la posibilidad de que tenga una recaída aumenta. Alguien que pretende salir de las drogas necesita invertir su tiempo en cosas que le beneficien, cómo realizar alguna actividad relajante, recuperar sus pasatiempos, modificar sus hábitos alimenticios; se trata de todo un conjunto, no es tan simple como se piensa.
Qué es un centro de adicciones: ambulatorio
Hay pacientes que sólo necesitan un pequeño empujón para liberarse del mundo de las drogas. Precisamente el centro ambulatorio de adicciones está diseñado para aquellos que no quieren ser internados, pero tienen disponibilidad para empezar a hacer cambios. Es una flexibilidad con grandes beneficios, pues desde el principio brinda confianza al paciente, lo que ayuda a reforzar el amor propio y la autoestima, dos piezas muy importantes durante el período de desintoxicación.
El tratamiento ambulatorio es una responsabilidad triangular, es decir, paciente, especialistas y familiares. En caso de que la persona no tenga apoyo de sus familiares directos, es posible trabajar más a fondo y crear un círculo simbólico que lo acompañe en las altas y bajas. Entonces, como especialista en adicciones, me encargo de otorgar los mecanismos necesarios para sobrellevar la carga cotidiana y las posibles tentaciones.
El programa ambulatorio es una modalidad en la que no se exige la residencia del paciente, pero se necesita seguir al pie de la letra las indicaciones del equipo especializado. Desde luego, cada uno emplea la técnica adecuada según las exigencias del paciente. Varias mentes profesionales están pensando en el bienestar de un enfermo para ayudarlo a alcanzar el éxito en su desintoxicación. Sin embargo, no sólo se busca cumplir con la abstinencia, también la reintegración a la sociedad, que pueda tener un estilo de vida completamente diferente y saludable.
El diagnóstico
Es muy irresponsable asumir que exactamente las mismas técnicas le servirán a todos los pacientes. Es posible que se siga una guía, particularmente, empleo el Método Minnesota, pero eso no quiere decir que voy a tratar a todos de la misma manera. Se requiere evaluar el nivel de compromiso del paciente, su historial clínico, la sustancia a la que es adicto y lo mismo sucede si se trata de un comportamiento compulsivo. De igual manera, se toma en cuenta su ámbito social, trabajo, relaciones cercanas y todo lo que influye en su adicción.
Una vez que se tienen los resultados del diagnóstico es posible delimitar el tratamiento más adecuado, en su mayoría sólo en los casos extremos se requiere un ingreso inmediato. De hecho, el tratamiento ambulatorio es efectivo en sustancias como la cocaína, heroína, fármacos, marihuana, alcohol, adicción a los juegos, Internet, apuestas, comida, entre muchísimos otros más.
Qué es un centro de adicciones de día
El centro de día se ha vuelto muy popular, aunque no es una modalidad nueva, son muchísimas las personas que han cambiado su vida gracias a que asisten de manera recurrente. Sin duda, la dependencia de drogas o comportamientos compulsivos es un problema para la salud física, mental y emocional. Es por ello que se llegó a la conclusión de que realizar actividades durante el día es muy beneficioso para quienes están lidiando contra una adicción. Desde luego, el programa está bajo la responsabilidad de terapeutas, médicos y educadores.
El centro de día es una estancia en la que el paciente ingresa en un horario, por ejemplo de 8 de la mañana a 4 de la tarde. En ese período de tiempo se le orienta para que realice actividades individuales y en grupo, pero siempre con el objetivo de sanar. Entre los ejercicios que destacan está el yoga, arteterapia, musicoterapia y más.
Por supuesto, no sólo se trata de distraer la mente, en ese período también se requiere la red de apoyo, no todos los días, pero sí de vez en cuando para que puedan tomar terapia familiar y eso beneficie el avance del paciente. De igual manera, la terapia individual es un hecho. Además, una vez que concluye el horario del día, el paciente lleva a casa actividades y sugerencias extras para el resto de la tarde y lo mismo sucede para los fines de semana. Por lo regular, este tratamiento tiene una duración de hasta ocho meses, según lo que necesite trabajar cada paciente.
Un centro de adicción es la herramienta, no la salvación
Entiendo que para algunos sea difícil leer lo que diré a continuación, pero es absurdo llegar a un centro de adicción con la idea de que el proceso será milagroso, es sólo una herramienta y se necesita la cooperación de todas las partes para que funcione. Es decir, pacientes, familiares y especialistas. La reinserción de una persona requiere mucha paciencia, nadie cambia toda una vida en un abrir y cerrar de ojos, por más determinación que tenga.
El centro de adicciones es una oportunidad para volver a tener un trabajo, relaciones sanas, metas y sueños. La persona que está luchando contra una droga o un comportamiento compulsivo necesita estructura y a través de los especialistas y el apoyo de sus seres queridos la puede conseguir.
Los seres queridos son pieza clave
Sé que como ser querido de un adicto tu intención es que salga del mundo de la perdición, pero tienes que entender que no solamente se trata de ayudarle a buscar ayuda psicológica y médica. Tu participación en el proceso de rehabilitación es indispensable. Cuando escuchan y motivan al enfermo, la posibilidad de que se recupere aumenta de una manera exagerada. Sin embargo, es una cuestión permanente, de nada sirve que sólo al principio le acompañes a tomar sus sesiones o le preguntes cómo le fue.
La terapia psicológica ayuda a que el enfermo cada vez sea más conciente de su entorno y la manera en la que su comportamiento influye en los demás. Además, debe entender que es una enfermedad crónica la que tiene que vencer, lamentablemente el peligro de que vuelva a caer es para toda la vida. De ahí la importancia de analizar los posibles riesgos.
Lo cierto, es que, según los expertos, tanto la terapia ambulatoria como los centros de día han demostrado resultados muy positivos para dejar las drogas o cualquier comportamiento compulsivo. Al final, la esencia de todo es que el enfermo pueda exteriorizar su experiencia, sobre todo, en las sesiones grupales, pues son la oportunidad ideal para reflejarse en el otro. Es muy normal que durante el período de abstinencia el adicto se sienta confundido, inquieto y poco comprendido. Sin embargo, al encontrarse con alguien que está pasando por lo mismo, su motivación mejora notablemente.
Terapia de mantenimiento
Por supuesto, a todos los que hemos visto cómo un familiar se hunde en el mundo de las drogas, nos gustaría escuchar que una vez que el paciente asiste a un centro de adicciones y cumple con el período de abstinencia, ya no habrá vuelta atrás, pero no es así. Hay casos en los que el adicto ha estado en varios centros de rehabilitación y probado un sin número de terapias, pero la recaída será latente por el resto de sus días.
Por ello, existe lo que se conoce como terapia de mantenimiento. En la que el adicto trabaja de la mano un especialista en salud mental, pero no es necesario que las sesiones sean semanales, puede ser cada tres meses, depende mucho del caso de cada paciente. La terapia cognitiva ayuda a que el paciente pueda comprender lo bueno y lo malo de sus pensamientos. Desde luego, es una herramienta para mantener la estabilidad y no caer en episodios de ansiedad, estrés o depresión.
Cómo ayuda la terapia conductual en un centro de adicciones
La terapia conductual es muy amplia, tanto que puede adaptarse a las necesidades de cada paciente. Permite que el enfermo pueda señalar sin miedos sus debilidades, pero también sus fortalezas. Hay situaciones en las que el adicto no necesita un tratamiento basado en medicamentos y es suficiente con poner en orden sus emociones. Está claro que como todo ser humano, el enfermo después de la rehabilitación se va a enfrentar a conflictos continuamente y es indispensable que sea capaz de expresar lo que siente para encontrar soluciones.
Una persona que es capaz de afrontar el dolor y el fracaso, siempre va un paso adelante. En definitiva, no se trata de no sentir, un trauma emocional te sacude la vida en un instante, por eso hay que ser capaz de recibir lo negativo, hundirte si es necesario y finalmente volver a recuperar la esencia.
¿En qué consiste?
La terapia cognitiva conductual tiene como meta poder determinar cuáles son los problemas, adicciones o trastornos con los que está luchando una persona. Hay que tener en cuenta que no todo se reduce a depender de una sustancia, el trasfondo es lo que ayuda a ir trabajando en cada sesión. Esto ayuda a que el enfermo sea más consciente de su situación, pero al mismo tiempo se le brinda la tranquilidad de que va a avanzar poco a poco. Se trata de poder superar todo, pero no todo al mismo tiempo.
Cuando el paciente convierte la terapia en una herramienta más de su día a día, su autocontrol se hace presente, pues reconoce sus pensamientos, emociones, juicios y todo lo que ha ido acumulando a lo largo de su existencia. Cuando reconoce su interior es capaz de poder observar sus miedos e inseguridades más profundas. De ahí la importancia de reforzar la autoestima del enfermo.
Por supuesto, no hay que romantizar la terapia, no es un proceso lineal, hay veces en las que el estado de ánimo es positivo y otras en las que el paciente quiere tirar todo su avance por la borda y aunque cueste trabajo entenderlo, es completamente respetable. Sin embargo, un especialista en salud mental se convierte en un apoyo incondicional. No importa lo negativo que estén las emociones, lo importante es expresar todo lo que agobia.
Cómo saber si es buen terapeuta contra las adicciones
En el mundo terapéutico las opciones son infinitas, son muchos los especialistas y algunos sin estudios, los que prometen resultados favorables para quienes luchan contra las drogas. Sin embargo, no hay que tomar a la ligera el terapeuta con el que se va a acudir. Lo mejor es preguntar cuál es su formación, experiencia y buscar opiniones de personas confiables.
Por ningún motivo, te dejes llevar por aquellos que aseguren un milagro, nadie deja la adicción tan rápidamente. De hecho, si se hace de manera brusca, puede ser contraproducente para la mente y el cuerpo del enfermo. Analiza tu situación económica, busca un terapeuta que encaje con tu bolsillo para que no dejes el tratamiento a la mitad por falta de presupuesto.
Un profesional capacitado no tendrá problema en ofrecerte el mejor plan para ti y tu ser querido. Además, estará dispuesto a mostrarte sus títulos oficiales. Este punto es muy importante, sobre todo, en el caso de un psiquiatra, pues receta medicamentos y la negligencia puede acabar con la vida del paciente.
Cómo saber si el tratamiento será exitoso
El tratamiento contra las adicciones, ya sea ambulatorio, interno o de día, va a tener buenos resultados, siempre y cuando, el paciente esté dispuesto a colaborar. Lo primero es plantearse objetivos a corto plazo, ya se sabe que la intención es que el paciente vuelva a ser activo en la sociedad. Pero, es necesario ir a paso lento y no adelantarse.
Para ello, se necesita completa honestidad por parte del paciente, un verdadero profesional de la salud mental jamás te va a juzgar, así que puedes confiar que estás en buenas manos. Particularmente, estoy familiarizado con todo este sentir, entiendo que no es fácil abrir tus emociones, pero si escondes pensamientos y sentimientos, la sanación no será una realidad. Hay cosas que duelen, te alteran y otras que te dan pena, es normal, no hay que callarse.
La constancia
Otro punto en el que me gustaría hacer hincapié, es la constancia. A veces, se da por hecho que asistir a las primeras sesiones de terapia es suficiente, sobre todo, si se experimenta algún cambio o bienestar. Sin embargo, no es tan simple, hay que cumplir con todo el tratamiento y no interrumpir, porque en ese caso hay que volver a empezar desde cero.
Por ningún motivo, te empeñes en obtener resultados instantáneos, porque eso no sólo te va a frustrar a ti como ser querido, también al paciente. Los temas emocionales son muy profundos y la mayoría de las veces son heridas muy dolorosas del pasado, por eso hay que indagar a detalle.
No estás solo, estoy contigo y tu vida puede cambiar
Con nosotros podrás encontrar toda la información respecto a adicciones, tenemos las mejores herramientas para guiarte a la hora de tomar nuestro tratamiento. Nuestra misión no sólo es garantizar tu seguridad, también tu comodidad. El compromiso es evidente, queremos que los enfermos tengan una vida de calidad y que no dependan de ninguna sustancia o conducta compulsiva.
¡Hoy es un buen día para empezar!