La delgada línea entre el bien y el mal, está claro que la sociedad ha ido avanzando a pasos agigantados. Sin duda, gracias a la tecnología, la manera en la que nos comunicamos se ha visto gravemente afectada, al grado de que las tabletas, ordenadores y smartphones no pueden faltar en el día a día. Desde luego, son una debilidad para los niños y adolescentes, pero, ¿Qué es lo que a ti te corresponde? Como padre, establecer una comunicación sana y directa, es indispensable para evitar que tu hijo sea adicto a las pantallas.
Si estás aquí, seguramente es porque dudas de que tu hijo está siendo preso de una adicción o simplemente quieres ver si es posible prevenir una adicción, la respuesta es sí. Sin embargo, quítate esa idea de que todo lo que haga o deje de hacer tu hijo, es tu responsabilidad. Es decir, mientras sea menor de edad está a tu cargo, de eso no hay duda, pero de ahí a que tengas que culparte por cada una de sus decisiones, hay un abismo de posibilidades.
ROMPIENDO LAS ESTADISTICAS
El problema con la adicción a las pantallas es que su uso está tan normalizado que como padre no te permite ver las consecuencias graves a las que puede enfrentarse tu hijo. Los niños y los adolescentes pueden sumergirse en el mundo de las pantallas a tal grado de que si se abstienen de ellas presentan síntomas preocupantes, como: ansiedad, inquietud, pensamientos obsesivos, aislamiento, entre otros.
Ya es tiempo de que la sociedad se quite esa idea de que el alcohol y las drogas son las únicas sustancias de las que debes mantener alejado a tu hijo. La adicción sin sustancias ha tenido un crecimiento tan acelerado, que tus hijos se exponen todos los días a caer en sus redes. Sobre todo, en el caso de los adolescentes, que tienen que lidiar con cambios bruscos y si a eso le agregan el lidiar con una adicción, se puede convertir en su calvario si no la tratan. El hecho de que la adicción a las pantallas sea un tema del que pocos hablan, no significa que sea menos peligrosa.
Lo cierto, es que las nuevas tecnologías han venido a modificar drásticamente el comportamiento de los niños adolescentes, es decir, los motiva a tener una vida sedentaria, en donde el aumento de peso es una posibilidad. Si a eso le agregamos que el uso excesivo de las pantallas afecta la hora de dormir, los problemas de salud mental, física y emocional, aumentan.
EL VAMPING: EL PROBLEMA DE LOS ADOLESCENTES
Una de las cosas más perjudiciales que cualquier persona puede hacerle a su salud, es no cumplir con la cantidad de horas de sueño requeridas, en el caso de los adolescentes suelen requerir hasta más de 9 horas durante la noche. Sin embargo, hay quienes prefieren pasar tiempo en la pantalla y ahí es donde se empiezan a apreciar las consecuencias graves.
Te estoy hablando del Vamping, un trastorno que se identifica cuando el paciente usa el móvil durante la madrugada. Esa es la razón por la que la melatonina, la hormona que regula el sueño, se ve gravemente afectada. Cuando el niño o el adolescente se expone a la luz todo el tiempo, la cantidad de melatonina es menor y por eso logran mantenerse despiertos. Es decir, le están diciendo a su cuerpo que la hora de dormir no ha llegado y obedece. Presta atención si:
- El adolescente está excesivamente cansado
- Se muestra irritable y débil
- Tiene problemas para absorber la información
- Se le dificulta mantener la concentración
- Los problemas de peso surgen
- Sus defensas están más bajas que nunca
Lamentablemente, lo anterior va empeorando con el uso descontrolado de las pantallas. Eso sin contar que el Vamping suele ser en muchos casos el trampolín para saltar a otro tipo de adicciones. Entre más se alargue la situación más ansioso se siente el niño o adolescente, por lo que sus exigencias aumentan.
¿COMO PREVENIR A LA ADICCIÓN A LA PANTALLA?
Las medidas de prevención en etapas vulnerables son indispensables, no hay que ignorar el consumo de la tecnología, es tu responsabilidad como padre, mantener a tu hijo alejado de todas esas tentaciones. Desde luego, no te vayas al extremo, ten en cuenta que la adolescencia es sinónimo de rebeldía, están luchando por encontrar su identidad y si les niegas algo sólo vas a entrar en una inevitable lucha de poderes.
Como padre tienes todo el derecho de poner límites, establecer horarios y decidir a qué hora apagar las pantallas es básico. La hora de dormir es para eso, no hay una razón válida para que tu hijo tenga algún aparato electrónico cerca. Sin embargo, lo más importante en estos casos es el ejemplo. Es decir, de nada sirve que le digas que tiene que caminar por la vereda, si tú vas a mitad de la calle. Tu hijo sigue tus pasos, haz que se sienta orgulloso de tus acciones.
CONSEJOS PARA PADRES
Si tu intención es crear un vínculo sano entre tu hijo y el uso de las pantallas, debes saber que habrá cosas que no le van a agradar, los adolescentes y niños. Sin embargo, eso no es sinónimo de que tengas que caer en lo autoritario. Tu hijo es muchísimo más inteligente de lo que imaginas, explícale las cosas y notarás su comprensión.
Pero, es muy complicado que exijas cuando no haces tu parte, es decir, siempre el ejemplo va por delante. Te pregunto, ¿Cuánto tiempo pasas en el móvil, frente al televisor o el ordenador? Si tú no empiezas por hacer breves cambios en tu rutina, tu hijo tampoco lo hará. Empieza por reducir el uso de dispositivos electrónicos y eso te dará tiempo para poner en marcha otro tipo de actividades a favor de tu salud mental, física y emocional.
Si te atreves a decirle a tu hijo que no pase tiempo en el móvil, pero tú inviertes horas y horas en redes sociales, te estás contradiciendo terriblemente y no va a captar tu verdadera intención. De hecho, esto se puede tomar como inspiración, tu hijo verá que te estás esforzando en hacer un cambio y pondrá de su parte.
Sé propositivo, no ordenes
Por favor, no intentes poner reglas de un día para otro, drásticas y además sin tener la sutileza de avisar. Deja de pensar que hablar con tu hijo te resta autoridad, explícale la situación para que comprenda los motivos de los cambios. Desde luego, no se trata de caer en la manipulación ni el chantaje, simplemente, déjale claro que te preocupa demasiado el tiempo que pasa frente a la pantalla y que llegó el momento de hacer algo a nivel familiar.
El niño o el adolescente tiene ganas de ser incluido en tus planes, involucrarlo es una muy buena idea. No des por hecho que sabe las cosas, pregúntale cómo se siente al respecto y lleguen a una idea en conjunto, en el que ambos se queden contentos. Aquí es muy recomendable que te prepares para darle otras opciones. Es decir, el tiempo que no pasará en pantalla, si es durante el día, puede ser invertido en otro tipo de actividades que llamen su atención. ¿Qué tal algo que siempre ha querido? Ahora es el momento.
Poco a poco es mejor
Como experto en adicciones te lo confirmo, no es recomendable quitarle al adicto de lo que depende de la noche a la mañana, eso sólo va a provocar que el período de abstinencia sea traumatizante. Lo mejor es que sea, de manera paulatina, disminuir cada día el tiempo frente a la pantalla e ir realizando otro tipo de actividades, sobre todo, deportivas o recreativas, que le ayuden a mantener la calma.
Otro punto importante es la constancia, no sirve de mucho que establezcas algo, si no haces todo para que se cumpla. No se trata de adquirir hábitos temporales, despedirse de las pantallas es un estilo de vida. En muchas ocasiones se piensa que con delimitar que su uso está prohibido es más que suficiente, pero tu hijo necesita un impulso, no olvides que eres su guía, siempre está a la expectativa de tus instrucciones.
La paciencia hará la diferencia
Una vez leí que nadie le tiene paciencia a quien no quiere y es cierto. Amar es respetar los procesos del otro, incluso cuando se trata de tu hijo y es un menor. Al final de cuentas es un ser humano intentando descubrirse como cualquier otro. Así que no esperes que el cambio sea rápido y extremo. Es una lucha, ten en cuenta que prevenir es una cosa, pero una vez que alguien se vuelve adicto a la pantalla, hay que trabajar duro para combatir la enfermedad. Tal y como lo leíste, la adicción es una enfermedad y hay que tratar al paciente como tal, sin juzgarlo ni menospreciarlo.
La información está a tus pies, pero también a los pies de tu hijo, por favor, jamás subestimes el contenido que consume ni tampoco tú te confíes de todo lo que ves en redes sociales o en Internet. Si tienes más dudas con gusto te puedo asesorar, como experto en adicciones, te lo digo, una adicción a las pantallas puede tener consecuencias peligrosas.
¡No estás solo!