¿Adicto a la cocaína? La ingesta de cocaína es un tema que a estas alturas se sigue manejando por debajo de la mesa. Es tanto el estigma que se tiene hacia el adicto, que muchas veces prefieren ignorar la enfermedad que asumirla, por miedo a no cumplir con las expectativas ajenas. Porque claro, no encaja con el estereotipo de la familia perfecta. Lo cierto, es que este polvo blanco se consume alrededor de todo el mundo, ya que, es muy fácil quedar enganchado a él. Sin embargo, a cada persona le afecta de manera distinta. Entonces, ¿Cómo saber si alguien es adicto a la cocaína? Si la inquietud ya está sacudiendo tu mente, estás en el sitio indicado.
Antes de entrar de lleno a las señales que muestran que alguien está consumiendo cocaína de manera recurrente, quiero explicarte de dónde viene la cocaína. Esta es un arbusto que tiene sus orígenes en América del Sur, conocido como la coca. Es de las hojas de esta planta de donde se extrae la cocaína en forma de sal, la cual se conoce como benzoilmetilecgonina.
SER ADICTO A LA COCAÍNA ARRANCA VIDAS
La cocaína es una sustancia que se vuelve tentación para jóvenes y adultos, por la euforia que provoca al ser consumida. En el momento que alguien decide ingresar esta droga a su organismo, esta viaja súbitamente hacia los centros nerviosos, en la zona de la gratificación. Esto quiere decir que el consumidor experimenta una satisfacción parecida a la que obtiene al comer algo deseado o tener relaciones. Sin embargo, no todo es positivo, la cocaína modifica los lazos entre neuronas. Esa es una razón por la que se le cataloga como una sustancia psicoactiva.
La cocaína se vuelve un vicio
El polvo blanco, dama blanca o también conocido como perico, genera una experiencia tan gratificante al consumidor, que se vuelve divertido su consumo. Es un placer al que una vez que lo pruebas, difícilmente te resistes de nuevo. Lo que claramente el adicto no sabe es que cada vez que se droga su organismo tiene cambios bioquímicos en el cerebro, que lamentablemente en algunos casos son irreversibles.
El cerebro tiene que defenderse, así que las neuronas se adaptan a la nueva dinámica del adicto. Esto quiere decir que eventualmente el cuerpo lo pide, se vuelve algo compulsivo y por eso resulta muy complicado poner un punto final, incluso cuando existe la iniciativa de hacerlo. Se necesita algo más que determinación para depurar el organismo de la cocaína.
De hecho, se habla mucho del Síndrome de abstinencia a la cocaína. Quienes han vivido este proceso lo han comparado con el mismo infierno. Esto porque dejar la cocaína es muy duro, el adicto tiene que lidiar con un cúmulo de emociones y cambios físicos, que pueden hacer que tenga una recaída. Es posible que experimente depresión, ansiedad, fatiga, problemas con la comida y exceso de sueño, por mencionar algunos síntomas.
COMO DETECTAR SI ALGUIEN ES ADICTO A LA COCAÍNA
Hay varias maneras en las que el comportamiento de alguien apunta a que consume cocaína. Sin embargo, hay que aclarar que sólo un experto puede determinar si es una adicción. Evidentemente, cuando dudas de que un ser querido está siendo secuestrado por una droga, te alteras. De alguna manera, el pánico te dice que las cosas están mal y que pueden poner peor. En definitiva, a nadie le gusta enterarse de algo similar, pero lo importante es tener la valentía de enfrentarlo.
No te culpes por exagerar, como dicen por ahí, siempre es mejor prevenir que lamentar, no te quedes con la duda. El consumo de cocaína no es un juego, se trata de una intensa dependencia psicoactiva, contrario a lo que muchos piensan, sí hay una dependencia física, pero es menor. Esa es la razón por la que su consumo puede tener muchísimas más consecuencias graves a nivel mental. Basta con echar un vistazo en los estudios que se han hecho y la manera en la que la han relacionado con trastornos mentales. El adicto a la cocaína suele presentar ansiedad, delirios, cuadros psicóticos, cambios drásticos de humor y trastornos obsesivos. ¿Y los síntomas físicos?
Señales físicas que delatan a un adicto a la cocaína
Cabe aclarar, que las señales físicas que te voy a mostrar a continuación son muy generales. Por ello, es indispensable analizar más a detalle cada caso antes de concluir que se trata de un caso de adicción a la cocaína. Si eres madre, padre, familiar o amigo, de alguien que está teniendo actitudes sospechosas y no sabes por dónde empezar, esta guía puede ser sólo el primer paso. Jamás lo tomes con un diagnóstico, para resolver tus dudas más a detalle me puedes contactar.
Una de las señales más evidentes en el adicto a la cocaína, son las pupilas dilatadas. Estos cambios son muy comunes cuando una persona alcanza una máxima satisfacción, por ejemplo, al tener relaciones. Lo mismo sucede con la droga, estimula a tal grado que se alteran las pupilas.
Aumento de frecuencia cardíaca
Por otro lado, es posible que el adicto presente taquicardias o problemas de hipertensión. Esto sucede porque cuando el organismo ingiere cocaína los vasos sanguíneos se constriñen y esto causa que la circulación de la sangre sea el doble de lenta. Desde luego, es un tema sumamente alarmante, porque un problema circulatorio puede tener un desenlace funesto.
Por lo regular, la mayoría de los adictos a la cocaína suelen consumirla por medio de la nariz. Sin embargo, inhalarla puede provocar heridas en el epitelio. De ahí que es muy común que al consumir se presenten hemorragias, rinitis e incluso dificultad para respirar. Pese a que esto suena preocupante, el adicto no es consciente del daño que se está provocando y al seguir consumiendo puede terminar en algo muy grave, se han presentado casos con perforaciones en el tabique.
Además, de los signos anteriores, la ingesta de cocaína también está relacionada con el insomnio. Esto porque provoca un estado de alerta, demasiada euforia, lo que claramente interrumpe los ciclos de sueños. Es un estimulante que lucha contra la noche, el adicto se mantiene en largos episodios de vigilia. En definitiva, es una de las principales señales.
Señales emocionales que delatan a un adicto a la cocaína
Como mencioné anteriormente, lo más preocupante de la adicción a la cocaína, es la dependencia mental que causa. Sus síntomas son tan intensos, que se vuelve un desafío desgarrador despedirse por completo de ella. Para empezar, un adicto no controla su estado de ánimo, lo mismo pasa de un estado de tristeza a uno eufórico. Tiene que lidiar con cuadros en los que la depresión le quita las ganas de todo y al siguiente día se levanta molesto, pero… para el tercer día la felicidad lo inunda. La cocaína aumenta la sensibilidad en el adicto.
Hablando de la euforia que provoca la cocaína en el sistema nervioso central, es una señal en la que puedes identificar a un adicto. Porque cuando se encuentra bajo los efectos de esta droga se muestra exageradamente contento. Esa sensación de que tiene el poder en sus manos, la vitalidad se le nota y habla mucho. Sin embargo, cuando pasan los efectos se convierte en alguien totalmente opuesto.
Por otro lado, un adicto a la cocaína siempre quiere más, porque su organismo se vuelve el doble de tolerante. Entonces, al consumir cantidades desmedidas, la pérdida de cordura es un hecho. El adicto puede presentar cuadros paranoicos y obsesivos.
Cambios en sus hábitos
No hay duda de que los hábitos de un cocainómano, no suelen ser los mismos que antes. Es decir, puede tener actitudes poco usuales, como residuos de cocaína en su habitación, bolsas de plástico, espejos, superficies rayadas, billetes enrollados, tubos de papel. Son algunas de las maneras en las que se mantiene conectado con su vicio.
Por otra parte, llega un punto en la vida del adicto a la cocaína en el que no puede controlar su consumo, se le sale de las manos y de su presupuesto. Además, puede que su rendimiento en el trabajo ya no sea el mismo o hasta que lo despidan. De ahí que su economía sufre bastante y no le queda más que recurrir a las mentiras y la manipulación, necesita tener de su lado a gente que pueda estar pagando su adicción de manera indirecta, con sus tantas justificaciones.
¿QUIÉN ES PROPENSO A CAER EN LAS REDES DE LA COCAÍNA?
Seguramente, tu panorama respecto al adicto a la cocaína ya cambió por completo. Son muchas las maneras en las que puedes identificar a un consumidor, pues los cambios en su estilo de vida lo dicen todo. Sus horarios, la manera en que come, sus hábitos de higiene y los problemas económicos. Sin embargo, ¿Quién es más propenso a consumir el famoso polvo blanco?
Lo cierto, es que los expertos han determinado que hay un perfil propenso a caer en las redes de la cocaína, aunque, como en todo, hay excepciones. La edad alarmante es entre los 16 y los 20 años. Particularmente, son los hombres quienes la consumen más, pero las mujeres también lo hacen. Digamos que 2 de cada 10 mujeres.
La popularidad de la cocaína
Entre las razones por las que empiezan a consumir, está la popularidad que la cocaína ha adquirido. Venden la droga con la que te hace sentir cosas únicas y la curiosidad hace que cada vez más caigan. Incluso, hay quienes la promueven para estudiantes universitarios que regularmente tienen jornadas largas de estudio, una manera absurda en la que les prometen que tendrán energía y serán el doble de productivos.
Por otro lado, en el ámbito social y la necesidad de pertenecer se muestra como la droga que encaja perfecto con el alcohol. Los adolescentes y adultos se exponen al consumirla, con tal de experimentar los efectos alocados. Los mismos adictos confirman que iniciaron gracias a la presión de amigos o conocidos, pero después ya no pudieron parar. Lo que comienza como un momento recreativo y divertido termina siendo un infierno.
QUÉ HACER SI SOSPECHAS QUE ALGUIEN ESTÁ CONSUMIENDO COCAÍNA
Te entiendo perfectamente, sé que enterarte de que un ser querido está consumiendo cocaína implica un choque emocional y mental. Sin embargo, antes de sacar tus propias conclusiones te recomiendo consultar con un especialista. Muchas veces tienes toda la intención de ayudar, pero no tienes idea por dónde empezar y actuar de manera impulsiva puede tener efectos contraproducentes.
Si alguien que aprecias es adicto a la cocaína, déjame, decirte que no quiere que lo juzgues, ya bastante difícil es vivir el infierno en el que ha caído, como para todavía escuchar reproches. Sé que no es fácil entenderlo, pero no está en sus manos dejar de consumir. Si así fuera, ya lo hubiera hecho desde tiempo atrás. Sin embargo, quiere, pero no puede. En realidad, tú desconoces las tantas veces que se ha jurado no hacerlo de nuevo, pero vuelve a caer, porque no es fácil lidiar con una dependencia tan fuerte.
Primeramente, mantén la calma e intenta entablar una conversación con la persona adicta, respira profundo, saca todo tu coraje antes de llegar con ella, para que no termines diciendo cosas hirientes. Recuerda que el dolor físico duele, pero las palabras se clavan en lo más profundo de los pensamientos y es peor cuando eres alguien importante para esa persona. Créeme, no te quiere decepcionar.
No puedes forzarlo a nada
Lamentablemente, cortar con una adicción se trata mayormente de voluntad, es decir, puede que tú, como su padre, madre, familiar o amigo, tengas toda la disposición de ayudar, pero si el adicto se niega, no puedes hacer mucho. Hay casos en los que los consumidores de cocaína son ingresados a centros con cuotas altísimas y los familiares se involucran tanto como pueden, pero no es suficiente.
A veces, se trata de dejar que toque fondo, sobre todo, si se trata de un adulto. Iniciar su proceso de rehabilitación no es tan fácil como parece, mucho menos si no le ha pasado la idea por la cabeza. En ese caso lo más conveniente es tratar de convencerlo, por medio de la reflexión, jamás uses el chantaje o la manipulación para que acepte la ayuda.
Sin embargo, te puede asesorar para buscar otra alternativa, hay casos en los que el adicto no tiene el poder de decidir por sí mismo y ahí no queda otra opción. Te brindará la guía que necesitas para intervenir de manera oportuna.
QUÉ ES LO QUE NADIE HABLA SOBRE LA COCAÍNA
El estigma que la cocaína tiene en la sociedad es sumamente alarmante, porque llegan a un punto de negación que terminan perjudicando a los que están perdidos en la adicción. Es una droga que se puede fumar, inyectar, aspirar por la nariz y mucho más. Sin embargo, la vía más popular es la inhalación, lo que provoca que llegue de manera casi inmediata al cerebro y esa es la razón por la que el organismo experimenta los efectos en menos de 3 minutos.
Una vez que se consume, el período fuerte en el que se experimentan los cambios puede perdurar hasta una hora, digamos que es lo máximo. El consumidor adquiere una conducta eufórica, pero una vez que se le pasa su estado de ánimo se ve gravemente afectado, como si no fuera la misma persona. Es decir, lo que coloquialmente se conoce como bajón. Por ello, el adicto aumenta la dosis, no quiere sentirse decaído.
Por otro lado, hay quienes se atreven a decir que el consumo de cocaína no tiene efectos negativos durante el embarazo. Eso es falso, esta droga es un tóxico que puede ir más allá de la barrera placentaria. Por lo tanto, provoca daños graves al bebé, hasta causar un aborto espontáneo.
Aquellas madres adictas a la cocaína que logran concluir el embarazo pueden dar a luz a un bebé prematuro con problemas a largo plazo. De hecho, si llegan a su vida adulta son más propensos a también consumir alguna droga.
La cocaína es fácil de detectar
Por otro lado, una vez que la cocaína entra al organismo, es el hígado el principal afectado, pues es el encargado de metabolizarla. Mientras que el riñón la expulsa, pero también sale a través del sudor y excremento. Definitivamente, la cocaína no es una droga fácil de esconder, con las pruebas correctas se puede detectar hasta 90 días después de su ingesta en el cabello, 2 días después en la sangre y 4 días en la orina.
Desde luego, cada caso es distinto, depende mucho de los genes, el peso, los hábitos y las cantidades de cocaína que ingiere el adicto, para poder detectarla a tiempo. Cabe destacar, que cuando se mezcla cocaína y alcohol, los efectos de la droga se intensifican. Esto quiere decir que la persona suele tener comportamientos impulsivos, que no sólo lo ponen en riesgo a él, sino también a los de su alrededor.
Qué pasa si una persona lleva tiempo consumiendo cocaína
Es cierto, a un adicto que lleva poco tiempo consumiendo cocaína se le dificulta salir del vicio, pero aquella persona que ya extendió su adicción a largo plazo, definitivamente, tendrá que dejarla de manera paulatina, es decir, disminuir la dosis bajo supervisión médica hasta no depender de ella. No sólo se trata de las alteraciones emocionales y mentales, también hay que monitorear la parte respiratoria, neurológica, gastrointestinal e incluso cardiovascular. Esas son las razones por la que los adictos a la cocaína son llevados frecuentemente a urgencias.
Otra cosa que pocos dicen es que aquellas personas que son adictas a la cocaína pueden perder el olfato, presentar problemas para pasar los alimentos, debido a la inflamación e irritación en la nariz y en la garganta. Además, algunos adictos dejan de comer y tienen un cambio drástico en su peso.
La cocaína te daña por fuera y por dentro, de una manera tan triste que la vida del adicto se vuelve oscura, lejos de sus seres queridos y muy cerca de la miseria. Lo peor es que sus pensamientos no le permiten dar el primer paso para salir de ahí. La ansiedad le miente todo el tiempo, le dice que no vale lo suficiente, que defraudó a todos y que no tiene caso que haga algo, porque a nadie le interesa. Es la cocaína que agudiza su lado vulnerable.
Pruebas médicas para detectar la cocaína
Una vez que el paciente decide ponerle punto final a su adicción, el primer paso es analizar su estado físico. Por ningún motivo, se puede dejar la cocaína de golpe, sin antes determinarlo con un especialista. Se sugiere una serie de pruebas y exámenes para no iniciar con el tratamiento a ciegas. Es decir, pruebas de sangre, radiografías del tórax, enzimas cardíacas, exámenes toxicológicos, electrocardiograma, así como pruebas de orina.
Finalmente…
La cocaína es una droga terrible, traicionera y muy adictiva. Una vez que caes en sus redes, no te suelta, aunque eso quieras. Si estás pasando por esa situación, pero no sabes por dónde empezar, aquí es el sitio indicado. Sin prejuicios, sin críticas, sé que no es tu culpa, sé que te sientes perdido y que ya te cerraron todas las puertas en tu camino. Aquí hay una, es posible volver a empezar, pero no será fácil, sin embargo, no te dejaré solo. Ya es tiempo, te mereces una vida diferente, tus familiares también.
Anímate, podemos hablar…