Una vida sexual plena hace la diferencia entre un cuerpo saludable y el que no lo es. De ahí la importancia de no caer en lo tabú, es algo completamente natural y ayuda a tener relaciones satisfactorias y duraderas. Sin embargo, hay quienes lo pueden llegar a ver como una amenaza, no solo por la posibilidad de un embarazo, sino también por la transmisión de enfermedades sexuales. No obstante, disfrutar de tu cuerpo y reconocer todo el placer que puedes alcanzar mientras te cuides, valores y no dañes a terceros, es sumamente gratificante. El problema es cuando esa sensación en las relaciones se vuelve una necesidad compulsiva ¿Cómo saber si una persona es adicta al sexo?
En definitiva, las relaciones sexuales no deberían tomarse a la ligera, más allá de un tema moral, es un intercambio no sólo a nivel físico, también mental y emocional. Tener sexo puede hacerte sentir muy bien, pero influye la persona con la que estés. Pues hay encuentros que te hacen sentir incómodo, poco valorado e ignorado. Es muy importante hacer hincapié en que tú eres quien pone los límites respecto a tu cuerpo, jamás hagas algo por obligación, puedes ser empático en cuanto a la satisfacción de tu pareja, pero no ponerte en último lugar.
Si tú tratas bien a tu pareja, no te mereces menos
Como te mencioné anteriormente, la salud sexual implica tener una relación sana a nivel mental y emocional, de lo contrario, es imposible que se pueda consumar el acto de manera positiva. Tanto tú como tu pareja deben hablar del tema de una manera honesta para que puedan poner límites y no se den problemas de comunicación. El acto sexual es concebido, jamás obligues o cedas ante la presión del otro. Desde luego, las diferencias son una realidad, pero hay que hablar las cosas y en caso de que el problema sea recurrente y esté poniendo en juego el bienestar de alguno de los dos, lo mejor es acudir con un especialista.

Adicción al sexo
Qué es la adicción al sexo
Antes de suponer un diagnóstico, te recomiendo que prestes atención a los detalles de este artículo, el cual sólo es una guía de apoyo para aquellas personas que se sienten inquietas por la manera en la que el sexo se ha vuelto un motor en sus días. Me gustaría hacer hincapié en que estoy hablando de una enfermedad. Si tú sospechas que tu ser querido está atrapado en las redes del sexo, lo mejor que puedes hacer es mantener la calma y no juzgarlo.
Ningún adicto goza de estar en la situación en la que se encuentra, puede que al principio la pase muy bien, pero después viene la culpa y ahí es cuando se vuelve un círculo vicioso y desgastante, pues poco a poco va acabando con las actividades cotidianas del paciente. Una persona adicta al sexo es aquella que ya perdió el control, repite la conducta de una manera compulsiva, porque se ha vuelto dependiente. Se nota fácilmente cuando vive períodos de abstinencia y sus cambios de humor lo delatan. Entonces se puede decir que se trata de un Trastorno compulsivo sexual.
De pronto, las prioridades toman otro rumbo, el paciente ya no tiene como objetivo sus pasatiempos y obligaciones, porque es su mente la que decide pensar y pensar. Ese impulso desesperado de cumplir con todas las fantasías que le aturden la cabeza, simplemente, no tiene tiempo para nada más.
¿Por qué una persona se vuelve adicta al sexo?
Cabe destacar, que la adicción es un escape de la realidad. Como experto en adicciones, puedo confirmar que no importa si se trata de una sustancia nociva o una conducta compulsiva, al final, sirve para evadir emociones y conseguir momentos placenteros. Es posible que el adicto esté pasando por una etapa dura, en la que el fracaso se haya vuelto su única presentación. Aquella persona que carece de inteligencia emocional tiende a suplir sus verdaderas necesidades.
Por supuesto, los pacientes que vienen de un ambiente desestructurado, en el que los problemas son algo de todos los días y los abusos los minimizan, la probabilidad de que se vuelvan adictos aumenta el doble. Cada vez que el adicto tiene relaciones sexuales, libera grandes niveles de serotonina, dopamina y otras sustancias, que engañan a su cerebro y ahí cuando cree que es feliz, pero no es así.
Aquella persona que no ha trabajado en su amor propio y que su autoestima está por los suelos, tiene más posibilidades de ser un adicto a tener relaciones.
¿Cuáles son los síntomas?
Antes que nada, quiero aclarar que si tú eres el que está pasando por un descontrol sexual, no debes juzgarte. Lo mejor es indagar de la manera más honesta posible para que alguien especializado pueda guiarte. No tomes a la ligera los siguientes puntos:
Puede que la persona esté en el trabajo, la escuela o cualquier otro sitio, pero su mente está dispersa, pensando en cosas sexuales y de alguna manera le molesta estar ahí y no en casa cumpliendo con todo lo que le dicta su mente.
Un adicto al sexo pierde todo tipo de límites, no le interesa nada más, por eso su conversación se vuelve predecible, de lo único que puede hablar es de todas las fantasías que quiere cumplir. Se le sale de las manos, por más que quiera mantener el control, no puede.
De pronto, sus actividades ya no son tan interesantes, deja de hacer las cosas que le gustaban, porque invierte su tiempo en tener relaciones sexuales, mismas que cada vez se vuelven más insaciables. El cerebro de un adicto se acostumbra a las reacciones que experimenta cada vez que se expone a la droga o el comportamiento compulsivo, así que se vuelve muy tolerante. Esto quiere decir que cada vez va a querer más y más.
Por otro lado, es muy raro que un adicto al sexo, lo acepte. No te esfuerces en que así sea, porque lo único que vas a conseguir es alejar más al adicto. De hecho, es muy posible que al sentirse expuesto, ponga en práctica tácticas de manipulación, lo que quiere es salirse con la suya y que nadie perciba que su vida se está desmoronando por su necesidad de ver contenido para adultos todo el tiempo. De alguna manera, el acto sexual se ha vuelto un calmante temporal, que lo aleja de aquello que le duele. Un impulso que al no detenerse se hunde cada vez más.
Cómo se comporta un adicto
En definitiva, sería poco profesional asegurar que con este artículo es más que suficiente para determinar si una persona está siendo presa de la adicción al sexo. Sin embargo, hay ciertas señales que no deberías dejar pasar por ningún motivo. Te explico:
Un adicto sexual difícilmente controla sus deseos, son sus impulsos los que lo guían y por eso no se puede controlar.
Para los que conocemos el mundo de las adicciones, sabemos que vivir el síndrome de abstinencia es demasiado fuerte, pues el paciente se pone ansioso, irritable, no piensa con claridad. Eso sin contar que puede tener cambios físicos: sudoración, latidos acelerados, sensación de vértigo. Un adicto necesita su comportamiento compulsivo o se sentirá así.
Por otra parte, el adicto puede tener una dependencia a nivel psicológico, lo que se vuelve todavía más difícil de tratar, pero no imposible. De ahí la importancia de implementar técnicas terapéuticas, con el fin de llegar al fondo de todo. Un adicto al sexo es el que:
- Se molesta cuando no tiene relaciones.
- Todo el tiempo está pensando en lo bueno o malo que es teniendo relaciones.
- Nunca es suficiente para saciar sus ganas, siempre quiere más.
- Cómo tratar la adicción sexual
Sin intervenciones agresivas
Por lo regular, se tiene la idea de que las adicciones se tratan de una manera agresiva, repentinamente y con medicamentos. Sin embargo, no siempre es necesario intervenir así, hay otros métodos que pueden ayudar al adicto y que son muy amigables, basta con que asista de manera frecuente a sus terapias.
Por supuesto, primero hay que analizar la situación del paciente, el contexto del que viene, su historial clínico y su nivel de adicción. Es posible que la psicoterapia y las medicinas se lleven de la mano. Sin embargo, aquí ponemos por delante un método saludable, en el que por medio de grupos de ayuda se pueda salir de la adicción. Sin embargo, el tratamiento varía según el paciente.
Lo cierto, es que los grupos de autoayuda son una pieza clave en la sanación del paciente, sobre todo, en el caso de conductas compulsivas, pues da oportunidad de que se vea en el resto de los pacientes. Particularmente, te guiaré por medio del Método Minnesota. El cual plantea 12 pasos para afrontar la adicción. Es decir, el adicto entenderá que está luchando contra una enfermedad. De ahí que se le hará sentirse comprendido y desde luego se le brindarán técnicas para no tener una recaída.
Si te interesa participar en este método de sanación, contáctame, te guiaré desde el primero hasta el último paso. Recuerda que tu salud no es un juego.
¡No estás solo!