Sin duda, uno de los fármacos más aceptados por la sociedad hoy en día es el diazepam, el cual se indica para contrarrestar los problemas de ansiedad y también ayuda a relajar los músculos. Sin embargo, hay personas que le dan otros usos que pueden convertirse en una adicción. Cabe destacar que este fármaco debe consumirse bajo supervisión médica, de lo contrario, sus efectos pueden llegar a ser graves.
El diazepam también es conocido como Valium, un fármaco que posee efecto ansiolítico y que pertenece al grupo de las benzodiacepinas. Hay quienes lo llaman el sedante mayor, pues sus consecuencias son muy fuertes cuando no lo saben controlar.
¿Por qué los especialistas recetan diazepam?
El diazepam es un medicamento que comúnmente se indica para controlar los síntomas de la ansiedad, pero también ayuda en el caso de presentar alguna contractura muscular. Incluso hay estudios que explican sus beneficios para combatir enfermedades como la parálisis. De igual manera, hay pacientes que notan cambios positivos al consumir diazepam respecto a las alucinaciones. Desde luego, hay veces en las que los especialistas lo sugieren con otros medicamentos, pero en pequeñas cantidades, depende del caso de cada paciente.
¿Qué hace el diazepam en tu cuerpo?
Para empezar, la toma de diazepam por lo regular es de manera oral, aunque hay quienes recurren a la inyección intramuscular o intravenosa. Lo cierto, es que no es recomendable que se tome diariamente. Como máximo en un período de seis semanas. ¿La razón? Cuando la persona sobrepasa ese tiempo puede caer en la drogodependencia. No hay que confundirse, el hecho de que sea un fármaco aprobado por expertos, no significa que no sea peligroso para la salud.
La adicción al diazepam existe, pues el organismo se vuelve tolerante ante sus efectos y exige más. Estamos hablando de que se trata de una dependencia física, pero también psíquica. El riesgo es muy alto y el mal uso del diazepam puede causar estragos a nivel cognitivo.
Las contraindicaciones del diazepam
Como experto en adicciones, he sido testigo de la manera en la que los pacientes idolatran el consumo de diazepam, debido a que sus efectos sedantes los desconecta por completo de sus problemas físicos, mentales y emocionales. Sin embargo, tiene consecuencias secundarias, tales como: cansancio, mareos, estreñimiento, somnolencia, dolor de cabeza, náuseas, confusión, problemas para orinar, entre otros.
La cárcel del diazepam
En definitiva, no hay que tomar a la ligera las consecuencias del mal uso del diazepam. Cuando el paciente lo consume aumenta la actividad del inhibidor GABA, es decir, la comunicación entre neuronas se ve gravemente afectada. Particularmente, es el sistema nervioso central el que sufre las consecuencias, así que es muy común que el cuerpo se relaje de manera inmediata. Es cierto, la ansiedad se reduce, pero aumenta la somnolencia y eso no es tan bueno como parece.
El problema es cuando para el adicto no es suficiente, si deja de consumir diazepam su cerebro le exige la dosis, porque se acostumbra a esa sensación de bienestar. Por ningún motivo, hay que justificar el consumo de diazepam para lidiar con el estrés diario, no hay solución ahí, lo único que se consigue es pausar el problema interno, mismo que sólo se va a solucionar al asistir a terapia.
De lo que nadie habla es que una sobredosis de diazepam puede acabar con una vida. Es un medicamento que se debe tratar con sutileza y jamás con la intención de consumirlo por temporadas largas. Ser preso del diazepam es una de las adicciones más terribles.
El diazepam y otras drogas
Lo preocupante es que hay jóvenes e incluso adultos que están tomando a la ligera el consumo de diazepam, tanto que les parece buena idea mezclarlo con otras drogas, por ejemplo, el alcohol. Sin duda, una mezcla alarmante, estamos hablando de dos sedantes que exponen a la persona a sufrir un accidente.
De hecho, hay psiquiatras que ni siquiera se atreven a recetar el consumo de diazepam para contrarrestar los síntomas del insomnio crónico. El diazepam debe ser indicado bajo supervisión médica y de manera muy estricta.
La automedicación puede acabar con vidas
Pese a que el diazepam no es un medicamento de venta libre, entiendo que hoy en día puede estar al alcance de cualquiera y que hay muchas personas que no lo encuentran peligroso. Antes de querer solucionar tus problemas con una droga, te recomiendo que consideres salir a tomar un poco de aire fresco, te mantengas realizando actividad física, medites, salgas con tus amigos y digas lo que sientes, no hay más. El diazepam es sólo un vendaje para calmar la herida, pero tienes que darte la oportunidad de sanar.
Cómo dejar de consumir diazepam
Te entiendo, se dice fácil, pero salir del mundo de las drogas es todo, menos fácil. La dependencia al diazepam es muy fuerte, requiere una intervención médica y psicológica. Si el paciente no recibe la ayuda adecuada las consecuencias pueden ser fatales. Hay quienes llevan muchísimo tiempo recurriendo al diazepam para evadir el día a día.
En ese caso, lo ideal es iniciar el período de abstinencia cuanto antes. Desde luego, no será algo agradable, pero de la mano de especialistas es posible recuperar la vida que tenías e incluso una mejor.
Ten en cuenta que el diazepam no sólo produce una adicción física sino también psicológica, lo que causa que la rehabilitación sea más complicada. Es imposible dejar de consumir de la noche a la mañana, pues la abstinencia puede provocar un malestar peor que el que se tenía al principio. Hay casos en los que los síntomas pueden durar hasta un año después de que se deja de tomar. De ahí la importancia de que sea un especialista el que decida la cantidad que hay que dejar de consumir, es decir, es un proceso gradual hasta que finalmente te liberas.
Esto es muy importante porque dejar el diazepam también tiene efectos en la salud mental, una depresión no supervisada puede poner en riesgo la vida del paciente.
¡No estás solo! Hoy es un buen día para liberarte o ayudar a tu ser querido.