La ansiedad, se escribe fácil, pero es capaz de sacudir vidas enteras de un momento a otro. En definitiva, aterra, por más que intentes disimular que todo está bien, el temor latente a perder el control de tu propia mente es muy duro. De pronto, tus impulsos se te salen de las manos y empiezas a tener comportamientos que antes no tenías. Un sentimiento que te avisa que algo malo está por suceder.
¿Qué es la ansiedad?
Antes de hablar de lo negativo que es tener ansiedad, definamos el concepto. Aunque te cueste aceptarlo, se trata de una emoción completamente normal, incluso necesaria, pues es la que te avisa cuando hay una amenaza cerca. No hay que confundir el miedo con la ansiedad.
Sin embargo, la ansiedad se convierte en un problema, cuando se agudiza, estamos hablando de pensamientos desproporcionados que impiden que la persona realice su vida de manera adecuada. Hay que preocuparse si dichos pensamientos perduran por más de seis meses, es una clara señal de que se necesita ayuda urgentemente.
Tipos de ansiedad
Un trastorno de ansiedad incluye dos puntos claves: la preocupación y el miedo, es decir, dos síntomas que causan sufrimiento en el paciente, porque los escenarios que pasan por su mente pueden ser infinitos. Veamos la siguiente clasificación:
Ansiedad generalizada: esta se presenta cuando la persona empieza a sentirse preocupada de una manera inusual por todo lo que engloba su vida: salud, dinero, relaciones laborales y familiares. No tiene calma, todo el tiempo hay algo que ronda su mente y le quita la paz.
Ansiedad de pánico: en este caso la persona sufre de ataques constantes e imprevistos. Por lo regular, son muy rápidos, pero se sienten como si duraran una eternidad.
Ansiedad por fobia: es la ansiedad que se deriva de una fobia, lo que quiere decir que el paciente se siente muy angustiado por todos los engaños que vive a través de lo que piensa o se imagina.
¿Qué persona puede vivir un trastorno de ansiedad?
La ansiedad no hace ningún tipo de distinción, lo mismo puede padecerla un pequeño que un adulto. Además, hasta el momento no se ha estipulado algún factor biológico, genético o químico en particular. Desde luego, influye el ambiente en el que cada uno se desenvuelve y los niveles de estrés al que se expone, pero… no es elemental.
Aunque hay ciertos estudios que sugieren que el trastorno de ansiedad y las fobias son mucho más frecuentes en las mujeres. Lo que claramente no salva al género masculino de experimentar un cuadro similar. No obstante, hay que hacer hincapié en que hay personas con ciertos rasgos que pueden ser más propensas, por ejemplo, alguien a quien le cuesta entablar relaciones nuevas o se siente poco cómodo rodeado de gente.
De igual manera, los traumas no sanados de la infancia pueden ser razones por las que alguien tenga ansiedad en su adultez. Por otro lado, no está de más indagar en los casos familiares, si alguien ha experimentado trastornos mentales en el pasado puede detonar en las nuevas generaciones.
¿Cómo saber si tienes ansiedad?
Antes que nada, quiero dejar claro que ninguna persona debería autodiagnosticarse con lo que encuentra en Internet. Es cierto, que la información es bastante, pero no siempre son textos certificados por un especialista. Es imposible que alguien determine el estado de un paciente sin tener una consulta en la que se le pueda realizar un análisis clínico y psicológico.
No obstante, las señales de alerta que indican que es importante acudir para consultar la opinión de un experto son muy claras. Si últimamente aparecen pensamientos y creencias que te causan angustia y no te puedes calmar, no lo tomes a la ligera. Lo que comienza como una inquietud puede convertirse en un calvario.
Además, el cuerpo habla, una persona con ansiedad siente que los latidos de su corazón van mucho más rápido y una presión en el pecho le dice que algo no está bien. La falta de aire y los mareos son muy comunes durante este tipo de crisis. De igual manera, es posible que la persona ansiosa empiece a dejar de lado sus actividades cotidianas, pues se aísla.
¿La ansiedad y la locura van de la mano?
Lee bien, no estás loco, no dejes que tu mente te manipule de esa manera, todos esos pensamientos que te llenan de inseguridades y miedos no son reales. Sin embargo, la ansiedad no es sinónimo de locura, es posible tener una vida diferente, pero está en ti decidir si quieres hacer un cambio. Hoy en día los tratamientos para acabar con este trastorno son muchísimos.
La psicoterapia no se detiene y si se trabaja en conjunto con la psiquiatría, los resultados son todavía más favorables. Hay medicamentos que pueden ayudarte a que este viaje sea menos pesado.
La ansiedad tiene cura
Nuestro equipo contra las adicciones y trastornos mentales es capaz de brindarte la calma que necesitas. Pues, contamos con métodos certificados para liberarte de manera paulatina de la ansiedad. Particularmente, la terapia cognitiva conductual tiene resultados muy buenos, pues es una guía para el paciente, una lista de actividades que se va cumpliendo poco a poco. El objetivo es modificar los pensamientos y conductas.
La clave está en reconocer el problema, no evitarlo, hay que ir a la raíz de todo, ¿de dónde viene la preocupación?
Empieza hoy…
Tal vez no tienes idea por dónde empezar, no te presiones, te ofrezco mis servicios y mientras tanto te recomiendo que empieces a realizar alguna actividad física. Mantente lejos del alcohol y las drogas, así como las bebidas con cafeína. En definitiva, tu prioridad tiene que ser la relajación, dormir por lo menos ocho horas al día, así como consumir alimentos saludables, enfócate en la ingesta de frutas, verduras, pescado y granos.
Esto sólo es el primer paso, te lo confirmo, puedes evitar que la ansiedad te lleve al borde de la locura, pero es indispensable hacerlo de la mano de un experto. No es una fórmula mágica, se requiere constancia, disciplina y esfuerzo.