Desde el primer instante que percibes que necesitas terapia y que algo anda mal con una persona, la preocupación se vuelve tu mejor compañera, sobre todo, porque el ser humano tiene la manía de asumir antes de preguntar. Los pensamientos te agobian día y noche, es frustrante no tener un diagnóstico claro, pero dudar que alguien que apreciamos está secuestrado por el mundo de las adicciones es terrible. Antes de que pierdas la calma y si ya descubriste señales claras de que esa persona es adicta, mantén la calma.
¿Qué es lo primero que debes hacer antes de entrar en centro de adicciones y hacer terapia?
El comportamiento del adicto cambia de una manera inesperada, no es una sola persona la que se da cuenta. De pronto sus compañeros de trabajo, familiares, amigos, pareja, coinciden en que algo no está bien. El adicto suele presentar cambios drásticos en su día a día, claramente, ya no cumple con la rutina de sus actividades. Ni hablar de sus pasatiempos, hace tiempo que los dejó en el olvido. Si estás viviendo esto, presta atención a los siguientes consejos:
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Con nosotros puedes encontrar información más detallada sobre los problemas de adicción, sé que tu mente está llena de preguntas, ¿Qué hacer para ayudar a un adicto?, ¿Qué pasa si ya es un adulto y se niega a recibir ayuda?, ¿Es necesario ingresarlo a un centro de rehabilitación?, ¿Si no quiere ayuda, lo puedes obligar?
Todas esas respuestas las puedes encontrar aquí, pero te pido que mantengas la calma, no se trata de pisar el acelerador, porque eso puede resultar contraproducente. El abuso de sustancias se considera una enfermedad, eso debe quedarte muy claro antes de seguir avanzado. De ninguna manera, es bueno que culpes al adicto o que le reproches su mal comportamiento.
¡No estás solo!
A veces, creemos que ayudar a un adicto es simple, pero es tan desgastante como para él. Se vuelve una guerra constante a nivel físico, mental y emocional. Es por ello, que no debes minimizar cómo te sientes, necesitas estar fuerte para poder ayudar, de lo contrario, terminarás hundiéndote. La adicción te va envolviendo con el objetivo de que pierdas el control y un paso en falso puede acabar con todo.
No veas a la terapia como una opción, es la opción
El hecho de que un adicto sea dependiente de sustancias o alcohol, no significa que su enfermedad sea meramente física. Sí, es cierto, su cerebro se lo exige, pero siempre hay un trasfondo emocional. De ahí que el asesoramiento terapéutico es la base para iniciar la intervención, ya sea voluntaria u obligada.
Cabe mencionar, que cuando el adicto es un adulto, se requiere ayuda más especializada, no sólo a nivel mental, también hay que tomar en cuenta el estado financiero y si es necesario pedir un acompañamiento legal.
No salves al adicto
Tal y como lo lees, sé que no es fácil asimilar este punto, porque a todos nos gustaría proteger a nuestro ser querido y que no tenga que lidiar con problemas. Sin embargo, la única manera en la que puede sanar, es asumiendo las consecuencias de sus actos, no hay más. A veces, sin darte cuenta, terminas contribuyendo a su adicción, porque caes en sus juegos de manipulación y chantaje.
Esa es la razón por la que es muy importantes que estés fuerte a nivel emocional, para poder poner límites.
Suelta tus ideas soñadoras
Imagina que todos los padres, amigos o familiares, de un adicto, tuvieran razón a la hora de visualizar el futuro del adicto. Es decir, buscan ayuda y asumen que con eso es más que suficiente, sus expectativas son tan altas y tan poco realistas, que creen que con un par de sesiones en terapia, basta para que el paciente vuelva a su vida cotidiana. No es así, el tratamiento para combatir una adicción es desgastante, tanto que muchas veces el adicto va a querer tirar la toalla y te va a prometer que ya no lo volverá a hacer, con tal de no continuar, no le creas.
No te olvides de ti
Finalmente, pero no menos importante, eres tú. Como acompañante de un adicto, no te debes dejar en el último sitio de la lista de tus prioridades. Los problemas te pueden hacer sentir muy mal, pero tienes que saber pausar, si ya no puedes más, no te obligues a continuar. Está bien que no renuncies, pero descansa, ten en cuenta que si tú estás bien, el adicto estará mejor. De otra manera, no funciona.
El adicto necesita a alguien firme, no a quien le resuelva sus problemas cada vez que se le presentan. La determinación es pieza clave para no ser cómplice de su autodestrucción. Te va a doler, pero por ahí le llaman amor duro, es el único que le pondrá un alto a su enfermedad.