Sin duda, una de las drogas más peligrosas es la cocaína, considerada un estimulante que ha adquirido popularidad de una manera impresionante. Pese a que puede llegar a utilizarse como anestesia durante alguna cirugía, no está aprobado su consumo con otros fines. Hay quienes defienden sus efectos porque provoca bienestar de manera instantánea, pero no te hablan de las consecuencias que tiene en el organismo a corto y largo plazo.
Sin embargo, cuando se vuelve una adicción es peor. El polvo fino que pone en riesgo la vida de jóvenes y adultos, tanto que una sobredosis de cocaína puede ser la última actividad que hagan. Lo que comienza con aspirar un polvo blanco, inyectarse, inhalar o fumar cocaína, puede terminar en una historia trágica.
El atracón de la cocaína
El famoso atracón es muy común entre los cocainómanos, pues, el organismo les exige cantidades cada vez más grandes, lo hacen de manera repetida y en un período de tiempo corto, lo que puede llevarlos a experimentar una sobredosis inmediata. Sin embargo, el adicto no está consciente en el momento, lo único que quiere es experimentar euforia, pero no le basta con lo que consumía en un principio.
¿Qué sucede en el cerebro?
Pese a que muchos adictos a la cocaína argumentan que son capaces de controlar su consumo, la realidad es que sus efectos son a nivel neuronal, de ahí que es imposible que puedan estar conscientes de su comportamiento. Ya que, cuando se consume cocaína, los niveles de dopamina se elevan, esto significa que se activa la dinámica de recompensa en el sistema nervioso. Esa es la razón por la que los síntomas de abstinencia son muy fuertes, el cerebro no entiende de razones, sólo quiere lo que le dieron en un principio y que relaciona con felicidad.
El adicto a la cocaína consume y experimenta una felicidad extrema, su energía se dispara y sólo quiere mantenerse activo sin parar. Se pone más alerta, porque sus sentidos se agudizan, es mucho más sensible ante la luz, las texturas, el sonido. De hecho, por ello, suele irritarse con mayor facilidad. Sin embargo, no todo es tan mágico como parece, también están los momentos de paranoia, es muy probable que alguien bajo los efectos de la cocaína no te reconozca.
Hay casos de adictos que se vuelven sumamente agresivos durante su consumo, realmente es imposible que puedas predecir su actuar y es mejor prevenir que confiar demasiado. Dichos efectos perduran durante un par de minutos hasta una hora. La intensidad depende de la situación del paciente y la cantidad consumida. Por lo regular, hay una restricción en los vasos sanguíneos, las pupilas se dilatan y es posible que se experimenten náuseas.
Además, hay un aumento en la temperatura corporal, la persona puede presentar problemas arteriales, latidos acelerados, temblores, inquietud y espasmos. Pero, ¿Qué hay de los efectos a largo plazo?
La cocaína, un enemigo nada silencioso
Los efectos que te mencioné anteriormente no se comparan con lo que la cocaína puede hacer en tu cuerpo a largo plazo. Para empezar su consumo prolongado puede causar la pérdida de olfato, hemorragias nasales e incluso problemas al tragar un bocado. Además, causa problemas respiratorios, de ahí que se puede derivar asma, neumonía, entre otras enfermedades.
Para aquellos que consumen por la boca, deben tener cuidado con los problemas en el intestino. De igual manera, los que se inyectan corren el riesgo de contraer enfermedades graves como VIH o hepatitis C.
Por otro lado, la cocaína también afecta el estado nutritivo del consumidor, pues reduce notablemente el apetito. De igual manera, esta droga afecta los movimientos, de ahí que hay casos en los que los pacientes presentan Parkinson, incluso años después de su consumo.
Desde luego, la parte mental no está exenta de los efectos a largo plazo de la cocaína, pues los adictos a la cocaína tienen momentos en los que las alucinaciones los gobiernan, suelen escuchar voces que los desconectan de la realidad.
Perder la vida por sobredosis
Hay algo peor que todos los efectos anteriores, la sobredosis por cocaína. En el momento en el que un adicto pierde el control difícilmente hay marcha atrás, siempre quiere más y no le interesa lo que pueda pasar. Lo que agrava el asunto es que hay quienes mezclan la cocaína con otras drogas, como el alcohol. Lo que es sumamente riesgoso porque puede llevar a una sobredosis inmediata. Es decir, el adicto puede sufrir una convulsión, embolia o ataque al corazón.
¿Qué hacer durante una sobredosis de cocaína?
Lamentablemente, no hay un fármaco en particular que ayude a concluir con una sobredosis de cocaína y mucho menos de venta libre. Lo que se recomienda en ese caso es llamar cuanto antes al personal de emergencias, quienes van a tratar de restablecer al paciente según los síntomas que presente.
¿Es posible dejar la cocaína?
Como experto en adicciones no me atrevería a decir que dejar la cocaína es un proceso simple, se requiere mucho más que fuerza de voluntad. Es un trabajo en conjunto, es decir, el adicto, su red de apoyo, los especialistas y las terapias. Una vez que se inicia el período de abstinencia, también comienza el calvario. El cerebro no permitirá que saquen la cocaína del organismo de un día para otro. Así que, el paciente experimentará depresión, cansancio crónico, apatía, problemas de sueño, falta de concentración. Es el organismo haciendo de las suyas para que le regresen la dosis a la que está habituado.
Por supuesto, esto no se puede conseguir sin ayuda profesional, dejar la cocaína requiere darle la bienvenida a la terapia conductual, los grupos de apoyo, las reglas y las actividades para cada día. Se trata de un proceso no lineal, habrá días buenos, malos y malísimos, pero lo importante es no bajar la guardia.
Sé que duele aceptar que ya no puedes más y que la cocaína está acabando con tu vida, pero todavía puedes soñar, cumplir metas, viajar, tener una familia. No te rindas, te esperan muchas cosas por vivir.
¡Tú puedes! Sal de ese infierno y date otra oportunidad.